2019 toca a su fin y las previsiones que los ‘popes’ del sector hicieron hace ya doce meses se han cumplido en gran medida. La hoja de ruta se ha cumplido casi punto por punto. Hace apenas un año, las previsiones apuntaban para este ciclo al que sector de la cerveza artesana iba a vivir un periodo de tiempo de ajustes y movimientos empresariales que iban a cambiar el mapa conocido hasta ese momento.
Se puede asegurar que quien apostó por ello, no perdió su dinero. Hipotéticamente hablando, claro está.
El sector ha cambiado porque sus actores han crecido, se han hecho más potentes, han avanzado en la línea de la profesionalización, la calidad, la investigación y el desarrollo y eso ha provocado que el panorama se haya aclarado.
Estos últimos doce meses han servido para constatar el interés que la cerveza artesana bien hecha despierta en los grandes grupos cerveceros internacionales, que han seguido apostando por proyectos nacionales consolidados. También ha habido movimientos importantes en el mercado de la distribución (el último de ellos, el anuncio de que LA SAGRA BREW distribuirá el catálogo de Moolson Coors en España) o el redibujo de algunos proyectos, que pasan a ser gestionados desde fuera de España. Cambios importantes que han supuesto pequeños seísmos y que señalan nuevas reglas del juego para el mercado de la cerveza a corto y medio plazo.
Otra línea de acción que se adelantó a finales de 2018 era la preeminencia de las Neipas como estilo dominante en la cerveza artesana, previsión que se ha cumplido a medias. Las Neipas y las Ipas han seguido mandando, pero lo cierto es que no han sido hegemónicas como se preveía. En cambio, se ha avanzado muy bien en el concepto de cervezas estacionales, cervezas especiales y producciones limitadas muy selectas. Ese ha sido el camino que ha seguido una producción que ha mantenido durante este 2019 una tendencia alcista. Los grandes proyectos mantienen volúmenes de producción muy interesantes. El sector ha crecido tanto que empiezan a ser inviables proyectos que no alcanzan los 500.000 litros de producción anual. Los grandes del sector ya rondan o superan el millón.
Por último, es también importante señalar el desembarco de la cerveza artesana en los lineales de los supermercados, un tema tabú hasta hace poco que, afortunadamente, ha pasado a mejor vida. Desde hace años se viene hablando de democratizar el consumo de la cerveza artesana. Poco más democrático que acercar la cerveza artesana al consumidor.
Estas son las grandes líneas -añadiríamos también la popularización de la lata como formato- que han marcado el 2019 en la cerveza artesana. Ya nos preparamos para el 2020, ciclo que apunta como el de la consolidación definitiva.