Una de las características en la elaboración de las cervezas artesanas, como es el caso de CERVEZA LA SAGRA, es el no someter la cerveza a proceso alguno de pasteurización, por lo que es más susceptible de sufrir los efectos negativos de una mala conservación.
Por ello, es imprescindible el establecer un buen protocolo de conservación de la cerveza que abarque toda la cadena, desde que es embotellada o embarrilada y almacenada en nuestra fábrica hasta su conservación en el establecimiento hostelero.
Uno de los peligros a los que se enfrenta la cerveza artesana en época estival es el de refermentar debido a las altas temperaturas si la atenuación, no ha sido bien calculada. Una media fundamental a seguir para evitar que esto suceda es almacenar la cerveza en lugares con una temperatura que no supere los 10º y alejarla lo máximo posible de la exposición solar.
Cuando exponemos la cerveza al sol es la degradación fotoquímica la que puede afectar a la conservación de la cerveza, hecho que explica el color marrón de las botellas (este color mantiene el contenido a salvo de determinadas longitudes de onda nocivas).