El sector de la cerveza artesana en España sigue mirando al futuro con talante positivo, pero con una hoja de ruta muy acusada: el futuro pasa por incrementar la producción y ganar cuota de mercado, que en la actualidad sigue sin alcanzar el listón del 2%, muy lejos de los números que delimitan el sector en otros países con más tradición y ya con mucho camino recorrido en el sector craft.
Un informe de Cerveceros de España hecho público a principios de este mes de julio, señalaba que la producción de cerveza en nuestro país había alcanzado los 38,4 millones de hectólitros, estando el consumo por primera vez en la historia por encima de los 40 millones de hectólitros. El mismo Informe señalaba que ocho de cada diez españoles en edad de beber cerveza, lo hicieron en algún momento durante 2018.
Son macrocifras, volcadas del sector cervecero en general. No hay datos globales y a nivel nacional en lo que respecta a la producción y consumo de la cerveza artesana pero otro informe, este relativo al Estado de la Cerveza Artesana en Cataluña señala un incremento de la producción de un 20% en dicha región. En Cataluña, la zona con más tradición dentro del sector en la Península Ibérica, la producción se elevó hasta los 4,77 millones de litros.
El dato catalán es un indicador de lo que debe ser el camino a seguir en el resto del territorio nacional. No hay estudios globales ni de otras regiones aún pero sí que los movimientos de las grandes fábricas, de los proyectos consolidados, son tendentes a garantizar incrementos de producción sostenidos. Es el caso de Cerveza LA SAGRA que en los últimos años ha invertido en calidad, I+D y en crear el ecosistema necesario para mantener una producción por encima del millón de litros. Para sobrevivir en un mundo tan competitivo como es el de la cerveza en general y la artesana en particular, hay que producir muchos litros y que, además, toda esa cerveza elaborada tenga los máximos estándares de calidad y seguridad alimentaria. No hay otra opción posible. El futuro va en esa dirección.