2020 ha comenzado con intensidad en el mercado de la cerveza artesana, que sigue creciendo y creando estructuras cada vez más profesionales a pasos agigantados. El último caballo de batalla en el sector es la distribución, que se configura como el elemento clave para que las cerveceras artesanas den un salto de calidad que me permita la viabilidad de los diferentes proyectos. Medios especializados están publicando durante estas semanas las Previsiones para 2020 entre diferentes actores del sector y para muchos, la distribución se configura como el gran reto para este año que ya ha pasado en el calendario la hoja correspondiente al primer mes del año.
En este sentido, contar con una red de distribución del producto sólida y que abarque tres áreas como son las grandes superficies comerciales, el canal Horeca y el comercio minorista es absolutamente fundamental. Ese proceso de distribución debe asegurar al ciento por ciento la calidad del producto, garantizando un buen almacenamiento, que no se rompa en ningún momento la cadena de frío, garantice que siempre haya stock disponible y permita que la cerveza llegue fresca hasta el consumidor final. La cuadratura del círculo sería que ese precio final sea razonable, que no encarezca la cerveza que llega a los lineales o a los grifos de las cervecerías.
Para garantizar todo este proceso, la tendencia en las grandes cerveceras artesanas es la de poner en marcha o establecer sus propios canales de distribución. El objetivo no es otro que controlar todo el proceso desde que la cerveza es embotellada o embarrilada hasta que se sirve al cliente. Controlar la distribución con una red propia asegura que el producto tiene una trazabilidad controlada en todo el momento. Por tanto, construir esa red de distribución o, en su defecto, tener como un partner que pueda replicar ese modelo de forma fiel y que comparta los mismos objetivos y filosofía de tu cervecera se antoja fundamental para consolidar un modelo de negocio que no debe olvidar nunca que la clave es y seguirá siendo el producir cerveza de máxima calidad, acorde con todos los estándares de seguridad e higiene alimentaria. El segundo paso será, hacer llegar esa cerveza a los consumidores respetando todas sus cualidades.