La calidad en el ADN. LA SAGRA Brew mantiene un compromiso sin fisuras en los procesos de elaboración de la cerveza y en materia de control de calidad para conseguir un producto premium. Un trabajo que está coordinado por Miguel Calero, químico ambiental y técnico de laboratorio de análisis y control de calidad. Calero es el responsable de analizar y comprobar de forma continua todos los procesos de elaboración de la cerveza y que “todo ocurra como tiene que ocurrir”, explica. Afirma que “controlamos el máximo de parámetros posibles. No dejamos nada al azar a la hora de controlar que las cervezas que elaboramos lo sean con todos los parámetros de calidad”.
El laboratorio de control de calidad de Cerveza LA SAGRA cuenta con un instrumental de última generación en el que figuran medidores de oxígeno y CO2 , “extremadamente sensibles”, como precisa Calero; un medidor de PH, con capacidad para medir con dos decimales; un Anton-PAAR que sirve para medir la densidad de la cerveza con gran precisión y que es extremadamente exacto a la hora de establecer el porcentaje de alcohol, midiendo también con dos decimales; calorías por 100 CL o el extracto que tiene la cerveza, ; Balanza de precisión para fabricar las medidas de cultivo; microscopio de 1000 aumentos para ver células y bacterias, explica Calero “como si estuviésemos a su nivel” o un medidor de cloro o maquinaria para poder medir el oxígeno en una botella ya cerrada con chapa. Todo ese instrumental está al servicio de una política en el que el control de la calidad es innegociable y forma parte esencial en el día a día de la cervecera.
Calero afirma que “prestamos mucha atención a todos y cada uno de los procesos por los que pasa la elaboración de la cerveza, desde la elaboración del mosto, donde medimos parámetros como el PH o la densidad; hasta en los procesos intermedios, donde controlamos que no haya oxígeno”. Añade que en el tramo final como el embotellado “controlamos el nivel de CO2 y cuando la botella está llena, prestamos atención a los niveles de gases y el oxígeno para controlar cómo va a evolucionar la cerveza”
Otro apartado donde el departamento de Calidad hace un trabajo de máximo control es el de la microbiología, donde “prestamos máxima atención a el nivel de levaduras, vemos su evolución y ‘montamos guardia’ para detectar posibles bacterias con el objetivo de evitar contaminaciones”. En el control de calidad, no hay atajos.